
«La lucha interna de la mafia china en Italia ha dado un salto cualitativo con un doble asesinato en Roma. Según expertos en crimen organizado, la mafia china ha cruzado el Rubicón: Ya mata en la capital italiana. Zhang Dayong , apodado Asheng, era un rostro casi invisible en el barrio romano del Pigneto, conocido por su ambiente bohemio y multicultural. Un hombre reservado, de 53 años, que compartía su apartamento de Via Prenestina 62 con su compañera Gong Xiaoqing , de 38 años. A las once de la noche del lunes 14 de abril, seis disparos acabaron con sus vidas. Fue una ejecución profesional, sin margen de error.Los investigadores no dudan: se trató de un ajuste de cuentas . Pero no uno cualquiera. La muerte de Asheng ha sido interpretada como un mensaje claro y contundente dirigido a los clanes mafiosos chinos que operan en Italia, y en particular a los que se disputan el multimillonario negocio del textil en Prato, la ciudad toscana convertida en capital europea de los talleres clandestinos controlados por empresarios chinos. «No hubo robo. Fue una sentencia de muerte», explicaron los carabinieri.El dinero que Asheng llevaba encima -unos 2.000 euros- quedó intacto en su billetera. El asesino disparó, se alejó caminando con calma y desapareció . Las cámaras de seguridad captaron al menos a tres personas: el sicario, un vigía y un tercero listo para intervenir. La escena, planificada con precisión quirúrgica, comenzó mucho antes del tiroteo. El asesino tocó varios timbres del edificio, fingiendo haberse equivocado, para saber si Zhang estaba en su apartamento. Minutos después, el comando vio llegar a Zhang Dayong junto a su compañera, pedaleando en una bicicleta eléctrica. El verdugo no dudó: seis disparos de una pistola calibre 9, cuatro a él, dos a ella. Murieron en el acto.Noticia Relacionada estandar Si Meloni, entre la Casa Blanca y Bruselas: su delicada misión para evitar la guerra comercial Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma Si la primera ministra logra convencer al presidente estadounidense de suavizar su postura, ganaría prestigio internacional. Pero si fracasa, podría enfrentarse a duras críticasLa «guerra de las perchas»Para entender este crimen, hay que trasladarse 300 kilómetros al norte, a Prato , donde la llamada «guerra de las perchas» -como la ha bautizado la Fiscalía Antimafia- lleva más de una década en ebullición. En una provincia con una comunidad china de 31.000 personas, decenas de empresas fantasma del sector textil -que importan telas desde China, evaden impuestos y explotan mano de obra migrante en condiciones infrahumanas- se disputan el control de un negocio de miles de millones de euros. Las luchas por el transporte, la extorsión, la usura y las casas de juego ilegales han dejado ya atentados fallidos, incendios y agresiones en los últimos años, extendiéndose incluso a ciudades como Madrid o París, según la agencia Ansa. Y ahora, asesinatos.Zhang Dayong no era un pez pequeño. Era el lugarteniente de Naizhong Zhang, alias «El Hombre Negro», considerado jefe de una organización mafiosa con tentáculos en Prato, Roma y otras capitales europeas. Asheng controlaba las ‘bische’ -casas de juego clandestinas- y los préstamos usurarios. También era conocido por su carácter violento y su adicción al alcohol. Su presencia en Roma se camuflaba detrás de dos tiendas de ropa y bazar en Piazza Vittorio. Desde allí, según los investigadores, seguía protegiendo los intereses del clan. Algunos testigos lo describen como un hombre temperamental. «A veces se emborrachaba y hacía escándalos en los bares. Pero nadie se metía con él», comenta un vecino del barrio. Otros simplemente bajan la mirada al escuchar su nombre.La investigación está en manos del fiscal antimafia de Roma, Michele Prestipino, uno de los magistrados más conocidos en la lucha contra el crimen organizado en Italia. Se ha abierto una línea directa con la Fiscalía de Prato, que desde hace años documenta el poder creciente de estas redes criminales. Pero las dificultades son enormes: la comunidad china en Italia -una de las más cerradas del país- rara vez colabora con las autoridades. El miedo y el silencio pesan más que cualquier promesa judicial. «El problema es que nuestras leyes de protección de testigos no están pensadas para extranjeros que viven en la marginalidad. Necesitamos adaptarlas si queremos que alguien se atreva a hablar», admite Luca Tescaroli, fiscal nacional antimafia.En esta guerra no solo están en juego los miles de millones que se mueven en el textil o la prostitución. También el control de una poderosa herramienta financiera: el sistema «fei ch’ien», o «dinero volador». Una red de transferencias clandestinas sin rastros , utilizada por la mafia china para mover fondos a nivel global. Según Antonio Nicaso, experto en la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa , hasta un 90% del dinero que circula en la economía sumergida internacional pasa por esta red. Nicaso añade que la ‘Ndrangheta -la mafia más poderosa del mundo, según el fiscal jefe de Nápoles, Nicola Gratteri- se apoya en este sistema para pagar cargamentos de droga a los cárteles colombianos. Todo mediante mensajes cifrados y servidores de internet remotos.Para Danilo Chirico, fundador de ‘daSud’, asociación que estudia la criminalidad organizada con especial atención a Roma, el asesinato de Zhang y Gong marca un antes y un después: «Un crimen de este tipo representa un salto cualitativo para la mafia china en la capital. Primero, porque rara vez hemos visto tiroteos en estos años. Y segundo, por la forma profesional en que se produjo el doble asesinato». Lo que está claro es que la «guerra de las perchas» ha cruzado la frontera toscana, tiñendo de rojo las calles de Roma y confirmando la creciente brutalidad y ambición de la criminalidad organizada china en Italia.
Fuente: abc.es