
«Desde la cubierta de un astillero en el río Clyde, en Escocia, y con el telón de fondo de uno de los principales polos de construcción naval del Reino Unido, el primer ministro británico, Keir Starmer , presentó este lunes la nueva Revisión Estratégica de Defensa del país, un documento que, con sus 62 recomendaciones, que el Gobierno ha anunciado que adoptará en su totalidad, marca un giro profundo en la doctrina de seguridad nacional. «Nos estamos preparando para combatir como propósito central de nuestras Fuerzas Armadas», declaró Starmer, en un mensaje que define con nitidez la orientación de su política de Defensa: una respuesta estructural ante lo que considera « una nueva era de amenazas ».En un momento geopolítico que el propio Starmer calificó de «peligroso», caracterizado por la erosión de la seguridad en la región euroatlántica, el auge de regímenes autoritarios y una creciente agresividad rusa, el Ejecutivo británico propone abandonar la postura predominantemente reactiva y asumir una estrategia basada en la disuasión activa mediante capacidades militares creíbles y modernizadas. «Cuando estamos siendo directamente amenazados por Estados con fuerzas militares avanzadas, la manera más eficaz de disuadirlos es estar preparados. Y, francamente, mostrarles que estamos listos para garantizar la paz mediante la fuerza», subrayó el primer ministro.La nueva doctrina, según Starmer, se estructura en torno a tres transformaciones clave. La primera es el paso a un estado de «war-fighting readiness», una preparación militar plena para combatir en una guerra si fuese necesario . «Este es el cambio más eficaz que podemos hacer para proteger al Reino Unido y a nuestros aliados», afirmó Starmer. La segunda transformación consiste en fortalecer la contribución británica a la OTAN, a la que describió como «la piedra angular de nuestra defensa colectiva». La tercera línea de acción implica «acelerar la innovación al ritmo del tiempo de guerra», una frase que se ha convertido en leitmotiv del nuevo enfoque estratégico, y que implica reformas estructurales en áreas tecnológicas, industriales y doctrinales.Noticia Relacionada estandar Si La migración neta del Reino Unido se reduce a la mitad en el primer año de Starmer al frente del Gobierno Ivannia SalazarLa Revisión Estratégica de Defensa prevé compromisos financieros y operativos de gran calado. El Reino Unido , anunció Starmer, adquirirá 7.000 armas de largo alcance como parte de un esfuerzo por reforzar su capacidad de proyección y disuasión frente a amenazas interestatales. Además, ampliará de forma significativa las reservas de municiones y materiales de apoyo y se construirán seis nuevas fábricas de municiones, que darán empleo a más de 1.000 personas.En paralelo, se establecerá un nuevo Mando Cibernético, acompañado por una inversión de 1.000 millones de libras esterlinas en capacidades digitales, inteligencia artificial y tecnologías disruptivas con el fin de integrar las operaciones cibernéticas defensivas y ofensivas.Starmer además confirmó una inversión de 1.500 millones de libras destinada a reparar y renovar las viviendas de miles de miembros del personal de Defensa, una medida que busca mejorar las condiciones de vida de los efectivos, y fortalecer la moral y la retención en el seno de las Fuerzas Armadas. «La defensa comienza en casa», afirmó el premier. En ese sentido, también anunció el mayor aumento salarial para los militares en décadas y una expansión del cuerpo de reservistas.El discurso del líder laborista estuvo salpicado de referencias a su reciente visita a un submarino nuclear británico, donde, según relató, el personal le transmitió un lema no oficial: «Nada funciona si no trabajamos todos juntos». Esa máxima, aseguró Starmer, será el principio rector de su política de Defensa. «Cada parte de la sociedad, cada ciudadano de este país, tiene un papel que desempeñar en la protección del Reino Unido», añadió.Y es que el plan incluye el compromiso de construir 12 nuevos submarinos de ataque, con una cadencia de entrega de uno cada 18 meses, como parte del programa Dreadnought, pieza clave del sistema de disuasión nuclear británico. A esto se suma una inversión confirmada de 15.000 millones de libras en el programa de cabezas nucleares, con el objetivo de «asegurar nuestra capacidad disuasoria durante décadas».En términos doctrinales, el Gobierno insiste en que la reforma no es una respuesta reactiva, sino una apuesta por la anticipación. El ministro de Defensa, John Healey, subrayó que el Reino Unido «no puede permitirse el lujo de ser sorprendido», y que la revisión estratégica refleja una nueva lógica de defensa «que asume que los conflictos convencionales ya no son remotos, sino plausibles».No obstante, uno de los puntos más debatidos de la estrategia es el compromiso presupuestario de alcanzar el 3% del PIB en gasto militar. Aunque Starmer lo ha definido como una «ambición para la próxima legislatura», se ha negado a ofrecer una fecha concreta para alcanzar esa meta. «No voy a comprometerme con una cifra hasta saber exactamente de dónde saldrá el dinero», declaró en una entrevista con la BBC. Pese a ello, sostiene que el 2,5% ya está asegurado y que se avanzará hacia el 3% «respetando siempre las reglas fiscales».La ambición tecnológica también es un eje central del documento. Starmer aseguró que el Reino Unido contará con «capacidades de drones líderes a nivel mundial» y que la interoperabilidad será un principio rector: «Drones, destructores, inteligencia artificial, aeronaves: cada rama de nuestras fuerzas armadas estará plenamente integrada para crear un ejército diez veces más letal de aquí a 2035». «No se trata solo de sobrevivir», dijo en Escocia. «Queremos liderar esta nueva era».
Fuente: abc.es