
«Durante una visita de su homólogo chino Wang Yi, el ministro alemán de Asuntos Exteriores Johann Wadephul ha expresado abiertas críticas a Pekín por «prácticas que distorsionan el mercado», en referencia a las restricciones unilaterales a la exportación china de tierras raras, «a menudo poco transparentes». Wadephul ha aliviado esta valoración con un mensaje optimista a futuro, confiando en que China y Alemania están «en camino de encontrar soluciones sostenibles juntas».Wang ha explicado por su parte que las restricciones a la exportación de tierras raras diciendo que eran bienes de doble uso, es decir, materias primas o productos que pueden usarse tanto con fines militares como civiles. Por lo tanto, las restricciones a la exportación son «internacionalmente comunes» y «también en interés de la paz y la estabilidad en el mundo». Sin embargo, las necesidades «normales» de tierras raras de Alemania y otros países europeos podrían cubrirse. Wadephul ha introducido en este punto la guerra de Ucrania y las estrechas relaciones entre China y Rusia, recordando que «restablecer el orden de paz en Europa» es el «interés central» de Alemania. Por lo tanto, ha subrayado a Wang, considera muy importante que China «haga todo lo que esté en su mano» para que los bienes importantes para la guerra no «lleguen de la República Popular China a Rusia y apoyen esta guerra al final», que es lo mismo que advertir contra la llegada a la industria armamentística rusa de las misas tierras raras que China se niega a vender a Europa. «Esfuerzos creíbles y concretos»Alemania confía en «esfuerzos creíbles y concretos» de China y su «gran influencia también en dirección a Rusia» para poner fin al conflicto, ha dicho. Pekín también podría desempeñar un «papel constructivo» en el conflicto con Irán, ha agregado Wadephul, en un discurso que Wang ha reconocido como «abierto y orientado a los hechos», al tiempo que «muy constructivo». Tanto Pekín como Berlín creen que quiere n «seguir respetándose mutuamente».Este es para Wang su primer viaje a Alemania desde el cambio de gobierno en Berlín. Se trataba de una reunión preparatoria, dado que, en tres semanas, los líderes de la UE y China quieren reunirse en Pekín. Para la UE, China se ha convertido en un «rival sistémico», según fuentes del gobierno alemán, y las señales amistosas de Pekín en los últimos meses apenas han podido evitar la tensión, a la vista en Berlín. Además de las disputas geopolíticas, la economía alemana sufre una invasión china que preocupa a los sucesivos gobiernos en Berlín. A principios de siglo, Alemania no se veía todavía afectada en gran medida por el impulso de crecimiento de China, más centrado en la electrónica de baja tecnología, los electrodomésticos y los textiles. Pero la política industrial de Pekín se h enfocado después en los principales sectores de Alemania, como la automoción, la tecnología limpia y la ingeniería mecánica, desbancando a los germanos. Además del evidente desarrollo tecnológico chino, Pekín aplica una política de fuertes subvenciones a industrias clave que permite a los fabricantes chinos producir a una escala y a un coste difíciles de igualar para las empresas occidentales. Un informe de 2022 del Fondo Monetario Internacional reveló que la mayoría de las subvenciones de Pekín se dirigían a las industrias química, de maquinaria, automovilística y metalúrgica. Según Claudia Barkowsky, directora general para China de la Federación Alemana de Ingeniería, los rivales chinos ofrecen precios «a veces un 50 por ciento más baratos» que sus competidores alemanes.
Fuente: abc.es