mayo 15, 2025
Cartas de Manolo: Carta a la Chichigua

Señora Chichigua, usted se parece a la vida o la vida es una chichigua. Por más alto que sea su vuelo, usted no es la dueña de su altura, sino el propietario del hilo o de la gangorra. Siempre su altura le permite ver el bosque, pero no sabe nada del tronco de cada mata, mucho menos cómo viven sus raíces, como la Izquierda dominicana y de muchos países que ve todo como una chichigua en altura. Los caballos los ve como perro, los perros como gatos, y los gatos como ratones, y los ratones del mismo tamaño que una cucaracha.

La altura no le permite conocer la realidad, pero eso siempre están perdidos en la realidad social. Duarte, lamentablemente, fue una bella chichigua. Él no veía que abajo para hacer una independencia se necesita el coraje de asesinar a los traidores como se debe, como el caso de Pedro Santana, Buenaventura Báez. Esto es para fines de historia.

Señora Chichigua, cómo son las cosas de la vida, Trujillo nunca fue una chichigua, sino el dueño del hilo o la gangorra. Sí se trataba de una chichigua grande. Trujillo en el 1937 mató de tres a 4,000 haitianos con un concepto de Carlos Marx: que la historia no se mueve en círculo, sino en forma espiral; como un tornillo de muelle de camiones por donde tú pasas hoy no pasa mañana; como el agua de los ríos, que nadie se baña en la misma agua al otro día. Solo los estúpidos y los gallos se mueven en círculo; así pueden durar varios años en el mismo círculo de la gallera, sin subir ni bajar.

Trujillo sabía que en varios años, algo así después de su muerte, la invasión pacífica de los haitianos iba a crecer por los intereses del imperialismo yanqui y los dominicanos con forma de chichigua, y hasta de capuchín sin cola.

Señora Chichigua, usted nunca ha estado sola. En el 1947, cuando el Cayó Confite, llegó a la República Dominicana. Su barco estaba lleno de chichigua, igual que en 1959, la llamada triple invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Los barcos y el avión estaban llenos de chichigua. Trujillo solo tuvo que halar la gangorra y desbarató todas las chichiguas. Ahora los oportunistas sin oficio, llamados revolucionarios, le llaman chichiguas heroicas.

Señora Chichigua, los llamados héroes que mataron a Trujillo eran pura chichigua. Asesinos fabricados por los cálices del fin. Sus colas estaban llenas de navajitas de afeitar de la llamada Gillette, con el objetivo de tumbar todas las chichiguas enemigas.

Señora Chichigua, usted nunca ha estado sola. También Juan Bosch era una chichigua de alta altura. Nunca comprendió que abajo los dueños del hilo eran los guardias trujillistas proyanqui, amigos de la Iglesia Católica y seguidores fieles del doctor Balaguer.

Querida Chichigua, también en 1963, Manolo Tavárez Justo era una chichigua con forma de mariposa. Pero los hombres del triunvirato la destronaron en el aire a fuerza de tiros y su vuelo a baja altura.

Señora Chichigua, usted nunca ha estado sola, en el 1965, lo que se conoce como la Revolución de Abril fue un conglomerado de muchas chichiguas, capuchines, cometas, pájaros de cinco y seis pies, sobre todo muchos avioncitos de papel. Pero llegaron los yanquis con avión, helicóptero, ametralladora automática, bazuca y 42,000 marinos, todos con un sentimiento de hijos de puta, porque habían perdido la guerra de Vietnam. Allá no había chichigua, sino hombres.

Señora Chichigua, aquí en República Dominicana sigue igual, nuestros políticos son pura chichigua, algunas veces aparecen chichiguas grandes, que se les llama de grande altura, pero también tenemos pájaros llamados chichiguas.

Atentamente,
Manolo Bonilla,
La chichigua sin cola.

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Fuente: santiagodigital.net

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