
«La política migratoria que impulsó el pasado año la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con acuerdos importantes con algunos países, sobre todo con Túnez, Libia y Egipto, tuvo un notable éxito, con una reducción del 60% en la llegada de inmigrantes en las costas italianas. Sin embargo, los últimos datos revelan un dato preocupante: la ruta del Mediterráneo central, que conduce la inmigración hacia Italia, registra un aumento superior al 40% en los dos primeros meses de 2025, desdibujando los logros del año anterior, muy aireados por el Gobierno Meloni. En total, hasta el 14 de marzo llegaron a Italia 8.347 inmigrantes irregulares, frente a los 6.412 en el mismo periodo del 2024, según datos del Ministerio del Interior. En contraste con el aumento que registra Italia, las rutas migratorias hacia España, Grecia y los Balcanes se redujeron. En total, los inmigrantes irregulares que llegaron a la UE en enero y febrero fueron unos 25.000, según Frontex, un 25% menos que en el mismo periodo del año anterior. La ruta de África occidental a las Islas Canarias -la mayor parte procedente de Mali, Senegal y Guinea- sigue siendo muy activa, aunque también se ha reducido en torno al 30%, según Frontex: esta ruta la hicieron 7.200 personas en lo que llevamos de año.Noticia Relacionada estandar Si Bruselas ya planea externalizar la expulsión de inmigrantes Enrique Serbeto La Comisión quiere que las expulsiones de extranjeros sin papeles sean efectivas ¿Dónde están las causas del revés sufrido en estos dos primeros meses del año por el Gobierno Meloni en su estrategia de inmigración? La explicación, según Frontex, está sobre todo en Libia, un país divido y en permanente conflicto. Los acuerdos firmados por Meloni con Libia y Túnez, claves en su momento, muestran hoy algunas grietas explotadas por traficantes y milicias. La primera ministra italiana logró un éxito diplomático al firmar un pacto con el general Khalifa Haftar , ligado a Moscú y líder de facto de toda la parte oriental de Libia, la Cirenaica. Libia, principal punto de partidaEl acuerdo frenó las salidas masivas desde Tobruk, ciudad y puerto muy importante de la Cirenaica. Pero el general Haftar, según analistas, no ha impedido que inmigrantes asiáticos, fundamentalmente de Bangladesh y Pakistán, lleguen en avión a Benghazi, bajo su control, y luego viajen por tierra hacia el oeste libio, la región de Tripolitania, zona gobernada por Abdul Hamid Dbeibeh. Según Frontex, muchos bangladesíes llegan a Libia legalmente gracias a los acuerdos laborales entre Bangladesh y el país norteafricano. Libia sigue siendo el principal punto de partida hacia Italia, pero los métodos han evolucionado. En lugar de las precarias embarcaciones de años anteriores, los traficantes emplean ahora lanchas rápidas con doble motor. De esta forma logran evadir la guardia costera de Libia, que, por el acuerdo con Italia, tiene la obligación de vigilar la costa y sus aguas territoriales para impedir la salida de inmigrantes. Una vez en aguas internacionales, esas personas a menudo deben ser rescatadas, en general por barcos italianos. Los traficantes han mejorado con dos motores las embarcaciones, aumentando sustancialmente sus ganancias: pueden incrementar notablemente el número de inmigrantes a bordo y cobran por la travesía hacia Italia entre 5.000 y 8.000 euros por persona . Ahora, dos tercios de los llegados al país transalpino son ciudadanos de Bangladesh y Pakistán, nacionalidades que hasta hace poco tenían poca presencia en esta ruta del Mediterráneo central. Cifras oficiales indican que 3.195 bangladesíes y 1.247 paquistaníes han hecho el viaje desde Libia hacia Italia este año.
Fuente: abc.es