
«Tras la polvareda levantada por la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya, la sesión de control celebrada el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados ha situado el asunto del gasto militar en protagonista del debate parlamentario en España. Conviene reflexionar con sosiego sobre lo acordado en esa cumbre, evitando la desinformación y propaganda en torno a este asunto. La clave es la Declaración de los Jefes de Estado y de Gobierno de la organización, adoptada por unanimidad de sus 32 Estados miembros el pasado 25 de junio.Dicha declaración, muy escueta y sencilla, apenas una página, no obliga jurídicamente a sus firmantes. No es un tratado internacional. Es un documento de naturaleza política, que se limita a establecer ciertos compromisos alcanzados en la cumbre.En particular, la voluntad de incrementar el gasto militar de sus miembros hasta un caprichoso 5% del PIB en el año 2035, a diez años vista. La declaración prevé una revisión de la situación en 2029 , ya sin Trump en la Casa Blanca.Noticia Relacionada estandar Si Órdago de Trump a la UE: en plenas negociaciones, confirma aranceles del 30% Javier AnsorenaCabe preguntarse qué líderes de los ahora firmantes sobrevivirán políticamente no ya en 2035, sino en 2029. Recordemos que en otra cumbre celebrada en 2014 también se acordó incrementar (otro compromiso político) el gasto militar de sus miembros hasta el 2% del PIB para 2024 y un grupo mayoritario de aliados lo ha incumplido descaradamente.Entre ellos España, que pretende alcanzar deprisa y corriendo ese techo de gasto este mismo año, en 2025. Sánchez proclama llegar a un 2,1%, sin fijar a ciencia cierta y de forma transparente cómo lograrlo, ya que gobierna sin presupuestos y no hay perspectivas de que se aprueben. Todo apunta a un ejercicio de ingeniería contable. Ese incremento del gasto militar responde a una transacción entre los líderes europeos y el presidente Trump. A cambio, Trump aceptó que la declaración reafirme en su párrafo primero el artículo 5 del Tratado de la OTAN, que dispone que un ataque contra un Estado miembro de la Alianza se considere como un ataque dirigido contra todos sus miembros. Trump amagó con no honrar tal obligación, por otro lado de un contenido normativo leve si se lee con cuidado, porque deja a la discreción de cada aliado (por supuesto, también de Estados Unidos) cómo reaccionar frente al ataque, sin garantizar el uso de la fuerza armada para repelerlo.Las presiones de Trump provocaron el pánico entre los líderes europeos, como lo prueba el patético servilismo con que lo trató el secretario general de la OTAN, Mark RutteSus presiones provocaron el pánico entre los líderes europeos, como lo prueba el patético servilismo con que trató a Trump el secretario general de la organización, el holandés Mark Rutte ; sobre todo al extralimitarse en sus competencias apoyando y halagando expresamente la ilegal intervención militar estadounidense en Irán.El objetivo fue satisfacer a Trump y mantenerlo a bordo a toda costa, alegando en la declaración la amenaza que representan hoy tanto Rusia como el terrorismo. En rigor, el incremento del presupuesto estrictamente militar alcanzará el 3,5% del PIB, limitado a mejorar la defensa convencional de Europa, porque la nuclear seguirá corriendo por cuenta de Estados Unidos. El otro 1,5% se destinará a gastos en seguridad no militares, aunque asociados a la defensa, como las infraestructuras críticas o la ciberseguridad. Sánchez publicitó previamente a la cumbre su desacuerdo con ese techo de gasto, sin duda muy difícil de digerir para las cuentas del Estado del bienestar. Fue un grave error político porque luego no vetó la aprobación de la declaración y se quedó solo en la expresión formal de su desacuerdo. ¿Por qué Sánchez se significó testimonialmente en esta cumbre? Todo indica que Sánchez pretendió obtener rédito político interno exponiéndose sin necesidad ante Trump. Porque creo que un buen grupo de los líderes políticos que firmaron la declaración guardan sus reservas sobre el 5%, pero optaron prudentemente por no enfrentarse a Donald Trump y esperar tiempos mejores.SOBRE EL AUTOR Carlos Jiménez Piernas Catedrático emérito de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Alcalá
Fuente: abc.es