marzo 17, 2025
El interés de Trump por los minerales críticos proyecta una disputa con China en Latinoamérica

«La prioridad en la política exterior de Donald Trump de obtener beneficios directos que Estados Unidos pueda monetizar convierte el acceso a ciertos recursos naturales, como las tierras raras y otros minerales estratégicos , en clave de actuación internacional por parte de la Casa Blanca. Siguiendo con ello los pasos de China , que controla la extracción y, sobre todo, el procesamiento de esos elementos tecnológicos críticos, Trump parece estar marcando su propio mapa de intereses, donde algunas zonas de Latinoamérica podrían figurar de modo destacado.El presidente estadounidense ya ha mostrado sus intenciones en este sentido con relación a Ucrania; además, su deseo de adquirir Groenlandia lo ha justificado en parte por los recursos naturales que tiene. También se espera que designe al suegro de su hija Tiffany, el empresario Massad Boulos, como enviado especial para la región de los Grandes Lagos de África, con el fin de estabilizar la región rica en minerales de la República Democrática de Congo, como ha puesto de relieve la publicación ‘Político’.Latinoamérica, con enorme peso del sector extractivo, conoció un especial empuje económico cuando, en las dos primeras décadas de este siglo, China le compró todos los minerales e hidrocarburos que pudo. EE.UU. podría contrarrestar el auge tecnológico chino precisamente optando a la adquisición de parte esos materiales críticos, recuperando su vieja influencia en la región.Noticia Relacionada CLAVES DE LATINOAMÉRICA estandar Si El Tren de Aragua encaja en la estrategia «asimétrica» de Maduro Emili J. Blasco Al régimen chavista le beneficia desestabilizar la gobernanza democrática de los países vecinosUn estudio realizado por la Universidad Internacional de Florida ha determinado que China extrae en Latinoamérica entre un 20% y un 25% más de minerales esenciales para el sector de la energía y la defensa de lo que lo hacen las empresas estadounidenses presentes en la región. Según el estudio, si China lograra monopolizar entre un 10% y un 15% adicional, entonces EE.UU. y las naciones occidentales podrían enfrentar serias dificultades para garantizar el suministro necesario.Litio, coltán y otrosEn Latinoamérica, a la tradicional explotación del cobre, riqueza exportadora de Chile y Perú, se añade ahora la carrera por el litio , con las mayores reservas del mundo en los salares andinos presentes en Bolivia, Chile y Argentina, en una amplia área conocida como el «triángulo del litio». La minería en Brasil también se une a las expectativas abiertas por las nuevas tecnologías, con la explotación de los componentes del coltán (la columbita y la tantalita, de las que Brasil es el primer y segundo productor mundial, respectivamente). También se están explorando tierras magnéticas en Chile y Brasil, y se cuenta con reservas de niobio, galio, disprosio y terbio en diversos lugares del continente.En realidad, las llamadas tierras raras son más comunes de lo que su nombre indica; lo que ocurre es que de momento su extracción no es suficientemente rentable en muchas ocasiones. El monopolio que ejerce China, sobre todo en el proceso de su transformación para su uso, dificulta que surja competencia. Por otra parte, aunque hay un deseo de Trump de competir con China en este campo, en su pulso con Pekín las tierras raras son solo un elemento más y, por tanto, no únicamente prioritario. Además, como ha dicho a «Político» Gracelin Baskaran, directora del programa sobre minerales críticos del CSIS, un think-tank de seguridad de Washington, «a diferencia de China, que puede confiar en las empresas estatales, Estados Unidos no puede actuar por decreto y necesita crear las condiciones para que las empresas privadas entren en esos países promoviendo la estabilidad y alentando la inversión».Presión de TrumpPor tanto, aunque no cabe esperar en Latinoamérica una actuación de Estados Unidos en el ámbito económico siguiendo una política diseñada y ejecutada de modo centralizado, como la llevada a cabo en las dos últimas décadas por China (en Perú, por ejemplo, China se queda con el 95,5% del hierro destinado a la exportación, y explota una de las principales minas del mundo), sí que la presión de Trump puede llevar a que países latinoamericanos dejen de renovar acuerdos con empresas chinas (o que directamente los rompan) para dárselo a consorcios estadounidenses (o, al menos, no chinos).Así, la espalda que Panamá está dando a China para intentar contentar a Washington y acallar su anunciado deseo de recuperar el control del Canal, podría extenderse a la principal explotación de cobre del país, que aunque estaba concedida a una empresa canadiense (First Quantum Minerals), esta ha pasado a ser controlada por una firma china (Jiangxi Copper). La concesión fue anulada en 2023 por la Corte Suprema panameña, pero no está claro que empresas o fondos estadounidenses deseen retomar los trabajos de extracción.Consciente de ese creciente interés de Trump en los recursos naturales a la hora de tomar decisiones en política internacional, opositores venezolanos han comenzado a trasladar al presidente estadounidense el beneficio que podrían obtener las petroleras norteamericanas en el caso de la caída del régimen chavista. Si la cuestión del éxodo venezolano, que ha llenado de migrantes toda la región y también Estados Unidos, o la violencia del Tren de Aragua , banda que Washington declaró en como grupo terrorista, no han sido suficientes para que Trump se anime a poner toda su presión sobre Nicolás Maduro, tal vez la perspectiva de la energía y los minerales puede hacerle cambiar opinión, piensa parte de la oposición venezolana.

Fuente: abc.es

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