
«Italia se encuentra en medio de una compleja encrucijada diplomática con la sombra de un chantaje de Irán, por una parte, y de Estados Unidos, por otra, tras la detención de la periodista italiana Cecilia Sala , de 29 años, en Teherán el pasado 19 de diciembre. Sala fue encarcelada en la dura prisión de Evin, en represalia por el arresto tres días antes, el 16 de diciembre, del ingeniero suizo-iraní Mohammad Abedini Najafabadi , en el aeropuerto de Malpensa de Milán, por orden de Estados Unidos, que pide su extradición. Washington lo acusa de formar parte de una asociación criminal y de haber suministrado componentes tecnológicos montados en los drones utilizados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una organización terrorista, según Estados Unidos.Irán ha reconocido oficialmente que la detención de la periodista italiana, colaboradora del diario ‘Il Foglio’, ha sido una represalia por el arresto de Abedini Najafabadi . Así lo confirmó el embajador iraní en Roma, Mohammad Reza Sabouri , tras ser convocado por el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani , para pedirle explicaciones. El embajador iraní Sabouri publicó un largo post en las redes sociales para afirmar que las condiciones de detención de Sala en Irán están relacionadas con las de Mohammed Abedini Najafabadi .Noticia Relacionada estandar Si Roma se blinda para el jubileo de 2025 e intensifica la vigilancia de islámicos radicales Ángel Gómez Fuentes | Corresponsal en Roma Meloni inaugura la obra símbolo del año jubilar: una plaza en la que se descubrió el pórtico de Calígula, a dos pasos de la Plaza de San PedroDormir en el sueloCabe destacar la falsedad del embajador Sabouri en su referencia a las condiciones de detención. En este sentido, los medios italianos destacan que Irán ha tomado el pelo a Italia. Mientras el iraní Abedini Najafabadi está en una prisión de Milán en buenas condiciones carcelarias y son respetados sus derechos, no ocurre lo mismo con la periodista Cecilia Sala . Oficialmente, Irán afirmaba que Sala estaba serena, casi como en una habitación de hotel. Pero la realidad es que sus condiciones no son mínimamente aceptables, según ha contado la periodista en sus últimas llamadas a sus familiares. Cecilia Sala se encuentra aislada, en celda muy pequeña y fría, con la luz siempre encendida, duerme en el suelo con dos mantas, le quitaron sus gafas de vista y ni siquiera le entregaron el paquete de la embajada con diversos artículos de primera necesidad.La madre de la periodista Cecilia Sala detenida en Irán, Elisabetta Vernoni EFE La madre de la periodista Sala, Elisabetta Vernoni , fue recibida durante una hora por la primera ministra, Giorgia Meloni , en el palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno. Al salir, expresó su confianza en el trabajo del Ejecutivo, subrayando la importancia de actuar rápidamente para garantizar la seguridad y libertad de su hija. La línea oficial del Ejecutivo es que no se aceptará ningún chantaje, ni de Estados Unidos ni de Irán. Pero Italia se enfrenta a un dilema crítico: Si no concede la extradición de Abedini Najafabadi a Estados Unidos, podría facilitar la liberación de Sala, pero a costa de tensar las relaciones con uno de sus principales aliados. Por otro lado, si concede la extradición, podría poner en riesgo la seguridad de una ciudadana italiana.Plan de Gobierno De momento, la buena noticia es que Italia e Irán están dialogando continuamente, sobre todo por los canales diplomáticos y los servicios de inteligencia. El Gobierno Meloni tiene un plan político para sacar a Cecilia Sala del frío de la prisión de Evin. Según el diario ‘La Stampa’, el horizonte de la negociación es de unos dos meses. En este plazo, deben suceder algunas cosas precisas, lo antes posible: el compromiso propuesto a los iraníes es no entregar a Abedini a Estados Unidos, pero no dejarle regresar a Irán, lo que enfurecería a Washington. A cambio, el Gobierno Meloni pide evidentemente la liberación de la periodista o que, al menos, Sala sea trasladada rápidamente a la embajada italiana en Teherán, bajo arresto domiciliario. Una primera fecha clave será el próximo 15 de enero. Ese día el Tribunal de Milán decidirá si al iraní Abedini Najafabadi se le concede el arresto domiciliario, como pide su abogado. El Gobierno Meloni juega con un punto de apoyo: Italia, a diferencia de Estados Unidos, no considera terroristas a los ‘Pasdaran’ de Irán, conocidos formalmente como el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. La pelota está ahora en el tejado del Tribunal de Milán, aunque la partida que se está jugando sobre la piel de una periodista inocente puede ser aún larga y muy crítica también para Italia.
Fuente: abc.es