
Artículo elaborado por Ana Samely Polanco Almánzar, Licenciada en Psicología Mención Industrial, Licenciada en Psicología Mención Escolar y Magíster en Psicología Escolar. Actualmente ejerce como Psicóloga Escolar adscrita al Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD), desde donde ha desarrollado una observación sistemática y práctica sobre la incidencia real del psicólogo escolar en los entornos educativos.
La salud mental, entendida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un estado de bienestar desde el cual las personas reconocen sus propias capacidades, enfrentan las tensiones cotidianas, trabajan productivamente y contribuyen a su comunidad, encuentra uno de sus escenarios más críticos y estratégicos en el espacio escolar. En el caso de la República Dominicana, el psicólogo escolar se configura como una pieza clave en el engranaje del sistema educativo, por su capacidad para incidir en los procesos cognitivos, emocionales, conductuales y sociales que determinan el aprendizaje y la adaptación del estudiantado.
En los centros educativos públicos, el profesional de la psicología escolar trasciende su papel clínico tradicional, asumiendo una labor interdisciplinaria y contextualizada, orientada a fortalecer el desarrollo integral de los estudiantes, la salud psicoemocional de las familias y la construcción de comunidades educativas emocionalmente seguras.
Funciones Institucionales según el MINERD
El Manual Operativo para Centros Públicos del MINERD establece un conjunto de funciones esenciales que debe cumplir el psicólogo escolar, en coordinación con los equipos de gestión y la Unidad de Orientación y Psicología. Entre estas funciones destacan:
- La elaboración del Plan Anual del Área de Psicología, alineado con las metas estratégicas del centro educativo.
- La intervención psicológica individual, por solicitud del estudiante, del personal docente o del equipo directivo.
- La evaluación psicopedagógica de estudiantes con condiciones excepcionales, y el diseño de itinerarios de orientación vocacional, en coordinación con el personal orientador.
- El desarrollo de intervenciones terapéuticas individuales y grupales, centradas en la regulación emocional, la mejora del autoconcepto y el fortalecimiento de las habilidades psicosociales.
- El seguimiento clínico y educativo de los casos intervenidos, garantizando la confidencialidad y el manejo ético del historial psicológico.
- La promoción de procesos de inclusión escolar, mediante la capacitación docente y la adaptación metodológica para la atención a la diversidad.
- La articulación con programas de bienestar estudiantil, participando en la detección de estudiantes en riesgo y su vinculación a servicios de apoyo institucional.
- El acompañamiento a las familias, como actores fundamentales en el desarrollo del alumnado, mediante orientaciones psicoeducativas y encuentros formativos.
Más Allá del Manual: Una Visión Integral del Rol Psicoeducativo
Sin embargo, la práctica profesional revela que el alcance del psicólogo escolar en la República Dominicana va mucho más allá de estas tareas. En el ejercicio cotidiano, este profesional se convierte en agente de transformación institucional, con capacidad para influir en la cultura organizacional del centro educativo, impulsar políticas de convivencia, y promover acciones preventivas de salud mental.
Desde su praxis en el MINERD, Ana Samely Polanco Almanzar ha identificado líneas de acción fundamentales que enriquecen el rol del psicólogo escolar:
- La participación activa en equipos de gestión pedagógica, aportando una perspectiva psicoeducativa en la planificación, ejecución y evaluación de las acciones institucionales.
- El diseño y seguimiento de planes operativos diarios, semanales, mensuales y anuales, que responden a las dinámicas emocionales, conductuales y cognitivas del estudiantado.
- La implementación de evaluaciones psicométricas y entrevistas clínicas conforme a las directrices del Manual de Apoyo Psicopedagógico del MINERD, siempre con consentimiento informado.
- La aplicación de técnicas proyectivas, observación participante, programas de modificación de conducta y talleres de habilidades sociales, como herramientas de intervención.
- La facilitación de programas de promoción de la salud mental y prevención de riesgos psicosociales, abordando temáticas como manejo del estrés, resiliencia, autoestima y relaciones interpersonales.
- La gestión de procesos restaurativos en conflictos escolares, mediante el uso de estrategias de mediación, comunicación no violenta y empatía activa.
Una Intervención desde la Perspectiva Sistémica y Multinivel
El quehacer del psicólogo escolar se enmarca en una lógica sistémica, reconociendo la interacción de múltiples factores que influyen en el desarrollo del estudiante. Por ello, sus intervenciones abarcan los niveles:
- Individual: exploración de factores internos que afectan el aprendizaje o la conducta.
- Grupal: intervención en dinámicas de aula, grupos de pares o talleres temáticos.
- Familiar: orientación, mediación y fortalecimiento de vínculos protectores.
- Institucional y comunitario: acciones de sensibilización, incidencia en políticas escolares, y colaboración con redes de apoyo local.
Esta visión integral permite que el psicólogo escolar no solo atienda síntomas, sino que genere condiciones estructurales para el bienestar psicosocial de la comunidad educativa, tal como plantean los estudios internacionales sobre psicología educativa.
Desafíos y Oportunidades en el Contexto Dominicano
La realidad educativa de la República Dominicana enfrenta desafíos significativos en términos de cobertura de salud mental, recursos humanos especializados y articulación intersectorial. Sin embargo, a pesar de estos retos, el papel del psicólogo escolar se fortalece cada vez más como pilar estratégico para el logro de una educación con equidad, inclusión y calidad humana.
Promover el reconocimiento institucional del psicólogo escolar, ampliar su presencia en todos los niveles educativos, y garantizar condiciones éticas y técnicas para su ejercicio profesional, son pasos fundamentales para avanzar hacia un modelo educativo que priorice la salud mental como derecho y como condición básica para el aprendizaje.
Reflexión Final
La escuela es un reflejo de la comunidad. Y cuando esta comunidad educativa cuenta con profesionales que comprenden la complejidad de la mente humana y están formados para acompañar con sensibilidad y rigor, el impacto trasciende el aula. El psicólogo escolar es más que un recurso técnico: es un puente entre la mente y la posibilidad, entre la dificultad y la transformación.

La entrada El Rol Estratégico del Psicólogo Escolar en el Sistema Educativo Dominicano: Una Mirada desde la Práctica Profesional se publicó primero en Periódico EL JAYA.
Fuente: santiagodigital.net