
El 30 de marzo de 2025, la comunidad del Hoyo de Friusa, ubicada en Bávaro, provincia La Altagracia, fue el epicentro de una manifestación que captó la atención de la República Dominicana. Convocada por la Antigua Orden Dominicana, una organización nacionalista liderada por Ángelo Alexander Vásquez Hernández, la marcha buscaba reafirmar la soberanía nacional y exigir un mayor control migratorio en una zona conocida por su alta concentración de inmigrantes haitianos, muchos de ellos en situación irregular. Lo que comenzó como un evento pacífico, respaldado por sectores patrióticos y figuras públicas como el influencer Santiago Matías “Alofoke”, se convirtió en un reflejo de las tensiones sociales y políticas que atraviesa el país.
Contexto y Motivación
El Hoyo de Friusa, apodado “El Pequeño Haití” por algunos, ha sido durante años un punto de controversia. Situado en una de las zonas turísticas más importantes del país, cerca de Punta Cana, este asentamiento ha crecido en medio de la informalidad, alimentado por la mano de obra haitiana que sostiene sectores clave como la construcción y el turismo. Sin embargo, la falta de regulación migratoria y los problemas asociados, como la delincuencia y la inseguridad, han generado un malestar creciente entre los dominicanos. En 2022, el entonces director de Migración, Enrique García, calificó la zona como “la esquina más peligrosa del país”, un lugar donde las autoridades enfrentaban serias dificultades para operar.
La Antigua Orden Dominicana, fundada hace 14 años por Vásquez cuando apenas era un adolescente, organizó esta marcha bajo el lema “Exigimos Transparencia”. Los manifestantes, vestidos de negro y portando banderas dominicanas, partieron desde Santo Domingo y otras regiones, con transporte gratuito facilitado por simpatizantes como Alofoke. El objetivo era claro: enviar un mensaje de unidad y exigir al gobierno medidas concretas para restaurar el orden en Friusa y garantizar el cumplimiento de las leyes migratorias.
Desarrollo de la Marcha
El evento, autorizado por el Ministerio de Interior y Policía, estaba programado para desarrollarse entre las 2:00 p.m. y las 6:00 p.m. Desde días antes, las autoridades desplegaron un amplio contingente de militares y policías, con patrullajes aéreos y terrestres, para garantizar la seguridad. La presencia de más de 1,000 agentes reflejaba la magnitud del operativo y la preocupación por posibles enfrentamientos.
La marcha comenzó como un acto pacífico, con cánticos patrióticos y consignas como “¡Dios, Patria y Libertad!”. Sin embargo, la situación se tornó caótica cuando algunos participantes, presuntamente infiltrados según los organizadores, sobrepasaron el perímetro acordado. Esto desencadenó enfrentamientos con la Policía Nacional, que respondió con gases lacrimógenos y agua para dispersar a la multitud. Videos en redes sociales muestran a manifestantes arrojando piedras y a agentes repeliendo las agresiones, mientras el vocero policial, Diego Pesqueira, aseguraba que la institución mantuvo el control y que se investigaría lo sucedido.
Reacciones y Polémica
La marcha desató una ola de opiniones encontradas. Por un lado, sectores nacionalistas la defendieron como un acto legítimo de civismo, un “despertar del patriotismo” frente a la percibida inacción del gobierno. Figuras como el exdiputado Vinicio Castillo Semán apoyaron la iniciativa, exigiendo la aplicación de la ley laboral 80-20, que prioriza la contratación de dominicanos. Por otro lado, organizaciones como el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y grupos prohaitianos la rechazaron, acusándola de promover el odio étnico y de ignorar las condiciones que empujan a los inmigrantes a cruzar la frontera.
El presidente de Haití en transición, Fritz Alphonse Jean, expresó su preocupación por la situación de sus compatriotas en República Dominicana, mientras la Fundación Zile llamó a la solidaridad y propuso un plan habitacional para Friusa como solución a largo plazo. En el ámbito local, algunos residentes de Bávaro señalaron que la marcha no ataca la raíz del problema: la complicidad de empresarios turísticos que contratan mano de obra barata sin regularización.
Balance y Reflexión
Aunque no se reportaron víctimas fatales, la marcha dejó un saldo de tensiones y preguntas abiertas. La Policía destacó que la mayoría de los provocadores estaban encapuchados, dificultando su identificación, y afirmó que el orden fue restablecido. Para los organizadores, el evento cumplió su propósito de visibilizar el problema, aunque el desenlace empañó su mensaje de unidad.
El Hoyo de Friusa sigue siendo un símbolo de los desafíos migratorios y sociales que enfrenta la República Dominicana. Más allá de la marcha, el episodio pone sobre la mesa la necesidad de políticas claras y sostenibles que equilibren la seguridad nacional con la justicia social. Mientras el polvo se asienta, queda claro que este 30 de marzo de 2025 no será recordado solo por la conmemoración de la Batalla de 1844, sino como un momento en que la dominicanidad se miró al espejo, con orgullo y con conflicto a partes iguales.
La entrada Hoyo de Friusa: El epicentro de un debate nacional se publicó primero en Periódico EL JAYA.
Fuente: santiagodigital.net