
«Mark Rutte considera normal que las relaciones de la OTAN con Rusia puedan reconducirse «paso a paso» tras el final de la invasión lanzada por Putin en Ucrania . El secretario general de la Alianza Atlántica hizo estas declaraciones en una entrevista con la agencia Bloomberg tras su encuentro con Donald Trump en la Casa Blanca este jueves. Rutte puntualizaba que todavía no se ha llegado a este punto. Por el momento, hay que seguir «presionando» al Kremlin y «asegurarse de que está listo para entablar negociaciones serias con la administración estadounidense y, por supuesto, con los ucranianos», apunta el secretario de la OTAN. No solo estas declaraciones resultaron impactantes en Ucrania. La prensa fijó su atención en otro momento concreto de la entrevista. La periodista preguntó si la futura membresía de Ucrania en la OTAN está fuera de la mesa de negociaciones y Rutte parece asentir con un «sí». Los principales titulares en el país destacaron esta parte de la conversación. «Rutte confirmó que Trump eliminó el tema de la membresía de Ucrania en la OTAN de las conversaciones para poner fin a la guerra», dicen desde la página web Zn.ua También en las redes sociales de Ukrainska Pravda, uno de las mayores digitales del país, destacaron que «la membresía de Ucrania en la OTAN ya no está bajo consideración, dice su secretario general, Mark Rutte». El momento también generó reacciones dentro de la política ucraniana. El diputado opositor Oleksiy Goncharenko escribió en su cuenta de X que «la adhesión de Ucrania a la OTAN ya no está bajo consideración». El legislador añade que, sin la OTAN, Ucrania necesitará armamento nuclear para garantizar su seguridad futura: «Permítanme recordarles las palabras que dije antes. O tenemos la OTAN o tenemos armas nucleares. Ya no tenemos la OTAN. Por eso necesitamos armas nucleares. No hay otra opción».Noticia Relacionada estandar Si Ucrania cede en Kursk y pierde fuerza para negociar con Rusia Miriam González | Corresponsal en KievLa delegación ucraniana dijo en Yeda a la parte estadounidense que no estaría dispuesta a acatar los vetos de Rusia sobre su integración en organizaciones internacionales como la Unión Europea o la Alianza Atlántica. Una fuente del medio digital ucraniano Ukrainska Pravda afirma que el equipo de Kiev ha insistido también en que las aspiraciones ucranianas de adhesión a la OTAN no pueden ser retiradas de la agenda. «Líneas rojas»Ucrania está dispuesta a cooperar con Estados Unidos sin saltarse su propia agenda y líneas rojas. En Kiev están a la expectativa de la respuesta de Trump a Putin ante la negativa del mandatario ruso a la tregua de 30 días. Y las primeras señales no son buenas. Todo ello pese a que Trump, con su habitual triunfalismo, manifestó en su red social Truth Social que las conversaciones de su equipo con Putin fueron «buenas y constructivas». Además, el presidente mencionó en ese mismo mensaje que «miles de tropas ucranianas están completamente rodeadas por el Ejército ruso y en una situación muy vulnerable», probablemente refiriéndose al contingente de Kiev en Kursk. El Estado Mayor de Ucrania ha salido a desmentir el mensaje. «Los informes sobre un supuesto ‘cerco’ de unidades ucranianas por parte del enemigo en la región de Kursk son falsos y fabricados por los rusos con fines de manipulación política y para ejercer presión sobre Ucrania y sus socios».Las autoridades del país invadido, por el momento, no están percibiendo señales de presiones estadounidenses sobre Rusia. Sin embargo, las exigencias de Washington se dirigen nuevamente a Kiev. Mike Waltz, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, reiteró el jueves que Ucrania debe hacer concesiones territoriales para alcanzar la paz. Precisamente, Waltz pide dar marcha atrás en una de las «línea roja» marcadas por Zelenski. El equipo enviado por Kiev a Yeda, donde el martes tuvo lugar la reunión con los emisarios de Trump, presentó sus propias condiciones de base para iniciar cualquier proceso de negociación con Rusia. Una de ellas fue rechazar el reconocimiento del territorio ocupado por las fuerzas de Moscú, casi un 20% del país, como parte de Rusia. Sin ceder territorioEl presidente de Ucrania, tras la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses, ya había modificado su discurso sobre esta cuestión, planteando la posibilidad de un retorno por vías diplomáticas de las zonas invadidas. Esto no significa ninguna cesión territorial, aclaró entonces, y menos aún un reconocimiento, sostienen las autoridades ucranianas. El 50% de la ciudadanía tampoco está dispuesta a ceder ninguna parte de su país, aunque eso suponga que la guerra continúa. Un 39% de los encuestados da el visto bueno a las concesiones territoriales a cambio de la paz, según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS por sus siglas en ucraniano) realizada a principios de marzo. Los ciudadanos también consideran de forma mayoritaria que Rusia pretende acabar con Ucrania y no frenará sus ambiciones territoriales en las partes invadidas. El 87% de los ucranianos cree que Rusia no quiere detenerse en los territorios ya ocupados», señala el KISS en otro estudio demoscópico. Kiev no solo sitúa sus líneas rojas en las concesiones territoriales; también reitera su negativa a reducir el tamaño de su Ejército, exigido por Moscú ya en las negociaciones de Estambul en 2022. Las demandas maximalistas de Moscú se mantienen, y estas nunca han sido exclusivamente sobre el control de territorios ucranianos. El Kremlin quiere un gobierno «amigo» en Kiev y que todo el país se integre en su zona de influencia.
Fuente: abc.es