
«La fractura en la cúpula de Estados Unidos a cuenta de Venezuela se agrava. Y el jefe diplomático se apunta un tanto y le asesta un golpe duro al dictador Nicolás Maduro. Marco Rubio ha declarado este jueves que la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela expirará el próximo martes 27 de mayo, sin intención de renovarse. Lo hizo en un mensaje publicado en su cuenta personal de X, desmarcándose así de las gestiones del enviado especial de Trump, Ric Grenell, que esta semana negoció en Antigua una prórroga de 60 días para Chevron con emisarios del régimen chavista.Fuentes en la Administración estadounidense habían dicho a varios medios, incluido este diario, que la licencia iba a renovarse. La agencia Bloomberg dio la prórroga por hecha, al igual que directivos de Chevron.Rubio, que ocupa además el cargo de consejero de Seguridad Nacional en funciones, mantiene una línea dura contra Maduro, a quien considera un dictador ilegítimo. En su mensaje tachó la medida aprobada por la anterior Administración Biden como una concesión «pro-Maduro» y confirmó su vencimiento.Conflicto internoEsta declaración plantea un conflicto interno en la Casa Blanca entre dos frentes: uno institucional, representado por Rubio; y otro informal pero influyente, encarnado por Grenell, con acceso directo al presidente.Chevron aún no ha confirmado si continuará operando tras el 27 de mayo. Según fuentes consultadas por ABC, la petrolera ha presionado intensamente para conseguir esa prórroga, bajo el argumento de que, si EE.UU. se retira, China ocupará su lugar en los pozos venezolanos. La decisión final depende ahora del Departamento del Tesoro y del propio presidente Trump, que no se ha pronunciado oficialmente tras el anuncio de Rubio. A petroleras como la española Repsol se les ha prohibido seguir extrayendo crudo en el país.La fractura dentro del Gobierno estadounidense coincide con un momento delicado en la política venezolana, donde Maduro intenta proyectar una imagen de apertura mientras mantiene el control absoluto y total del poder, manipulando elecciones.Desde el entorno de Trump insisten en que no buscan un cambio de régimen, sino «lo que convenga a EE.UU.», en palabras de Grenell.Lo que ocurra en los próximos días —si se renueva o no la licencia— marcará no solo el futuro inmediato del régimen venezolano, que depende en gran parte de los ingresos de Chevron, sino también la línea de poder dentro de la Administración Trump en su segundo mandato.Grenell es amigo personal de la familia Trump, y se postuló para secretario de Estado, sin éxito. Ahora ocupa puestos honoríficos pero se deja ver frecuentemente en la Casa Blanca.
Fuente: abc.es