
«La tercera y quizá definitiva tregua en la guerra de Gaza se resiste, cuando van a cumplirse 22 meses de conflicto armado. Los encuentros en la Casa Blanca entre los líderes norteamericano e israelí fue un brindis al sol: solo permitió constatar que las posiciones de Netanyahu y de lo que queda del liderazgo palestino de Hamás siguen muy alejadas. A menos que surja un factor sorpresa –que con Trump siempre es posible– las negociaciones de esta semana en Qatar entre las dos partes enfrentadas volverán a quedar en tablas.¿Dónde están ahora mismo los obstáculos?El principal es insoluble. Netanyahu desea no solo la desaparición de Hamás sino que la Franja se vacíe de civiles palestinos para que, a medio o largo plazo, pueda ser ocupada por Israel y se elimine así un foco permanente de amenaza al Estado judío. Pero la cuestión de los rehenes –que es una presión permanente por parte de la opinión pública israelí– le fuerza a alcanzar algún tipo de acuerdo con Hamás. Se calcula que, de los 241 que secuestró en 2023, Hamás aún conserva 20 rehenes israelíes con vida.Según la prensa hebrea, el Gobierno de Netanyahu exige tres cosas para la tregua que los islamistas radicales rechazan. La primera, que Hamás se disuelva como partido y movimiento armado. La segunda, que lo que queda de liderazgo se exilie. Y la tercera, que entreguen antes las armas al Ejército israelí.Noticia Relacionada estandar Si Israel intensifica sus ataques en Gaza mientras negocia con Hamás en Qatar Mikel Ayestaran Ambas delegaciones están en habitaciones separadas de un hotel y se comunican a través de intermediarios qataríes y egipciosHamás, por su parte, también pone sobre la mesa tres exigencias para el alto el fuego en la Franja. La primera, que aunque ahora se negocia una tregua de 60 días, se establezca que ese pacto es prorrogable de modo indefinido si se cumple lo acordado.En segundo lugar, los yihadistas palestinos exigen que vuelvan a operar en la franja de Gaza las organizaciones humanitarias de la ONU, y se cancele la actividad de la actual Fundación Humanitaria Gaza, que controla el Ejército israelí . Hamás subraya que el número de camiones procedentes de Israel con la ayuda –para una población de casi dos millones de palestinos– es insuficiente; y además que los civiles tienen que recorrer mucha distancia para llegar a los puntos de reparto, que además están a veces bajo el fuego.La tercera condición que pone Hamás es que las tropas israelíes se retiren de muchas de sus posiciones, hasta las que ocupaban antes de marzo, cuando saltó por los aires la última tregua. El Ejército israelí controla en estos momentos dos tercios del territorio del enclave.Netanyahu rechaza, por el momento, las tres condiciones de Hamás, porque entiende que servirían para que el movimiento armado pueda rehacerse. La estrategia del primer ministro es ‘ganar tiempo’ para liquidar militarmente a Hamás . Pero sabe que tiene que ofrecer también algo a los familiares de los rehenes, a la opinión pública interna, y al presidente Trump.
Fuente: abc.es