mayo 6, 2025
Scholz, de canciller impotente a diputado raso

«En sus últimas horas como canciller en funciones, Olaf Scholz se ha desplazado a Eichwalde, un pueblo de Brandemburgo de unos 6.000 habitantes, para participar en una mesa redonda sobre la UE con alumnos de secundaria. «El hecho de que el canciller federal asista a esta cita, en lo que se espera que sea el último día, subraya una vez más la importancia especial que concede personalmente a la idea europea», ha subrayado en su última declaración como tal el portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit. Este punto final en su agenda retrata a Scholz como un político de Estado, firme en cuestiones de fondo y principios fundamentales de la República Federal de Alemania, pero alejado de la gestión y de la batalla diaria de la política de Berlín. Hebestreit ha contestado, por fin, a la pregunta que lleva meses escuchando sobre las intenciones de Scholz a futuro. A partir del martes, día en el que el Bundestag alemán votará al conservador Friedrich Merz como nuevo canciller, Scholz «sólo» será miembro del Bundestag, un diputado raso. «Quiere cuidar de su circunscripción de Potsdam, incluido el horario de consulta a los ciudadanos», ha dicho, y ha confirmado que Scholz ha rechazado puestos en Europa y en consejos de supervisión. «Ejercerá su mandato en el Bundestag por el distrito número 21», ha insistido Hebestreit, en lo que parece un intento de redención por los pecados del anterior canciller socialdemócrata saliente, Gerhard Schröder , que desde que puso un pie fuera de la Cancillería ha estado trabajando para Putin como conseguidor en Europa, millonariamente asalariado por empresas energéticas estatales rusas. Noticia Relacionada estandar Si Alemania responde a las críticas de EE.UU. sobre la ilegalización de AfD Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín En un nuevo choque diplomático, el Ministerio de Exteriores germano contesta al secretario de Estado, Marco Rubio, por denunciar la «tiranía» de declarar al partido de ultraderecha «contrario a la Constitución»Scholz tampoco quiere volver a su profesión de abogado. «Suspendió su trabajo legal desde su entrada en el Bundestag en 1998 y tampoco planea cambiar esto», ha dicho también el portavoz. A sus 66 años, abandonará con discreción un gobierno al que accedió de la mano de Angela Merkel , en la última gran coalición y como ministro de Finanzas, y que después ha dirigido personalmente con una evidente impotencia.Su pobre resultado electoral, el 2021, obligó a Scholz a depender de una coalición imposible, con verdes y liberales, que era una contradicción en si misma. Apenas había logrado superar la pandemia, sin que la economía alemana llegase nunca a recuperarse, el estallido de la guerra de Ucrania terminó con las pocas posibilidades de solvencia de un gobierno que soñaba con un país vegano y más generoso aún en prestaciones sociales, pero abocado a enfrentar una inversión en defensa y a asumir una responsabilidad en la UE y en la OTAN que superaba su capacidad. El momento cima de su legislatura fue lo que Scholz bautizó como ‘punto de inflexión’, en el que reorientó el presupuesto federal al rearme y respondió así a la nueva situación de seguridad en Europa, pero la falta de dinero para llevar adelante ese proyecto y la negativa de sus socios de gobierno liberales a levantar el freno a la deuda, fijado en la Ley Fundamental alemana, reventó las costuras de la coalición. Se vio obligado a convocar elecciones anticipadas, sumiendo a Alemania a más de medio año sin gobierno en plena crisis internacional, para finalmente perder por goleada frente a Friedrich Merz .En las pasadas semanas, durante las que su partido negociaba con Merz, Scholz ha defendido con fidelidad las posiciones de este último, en las citas internacionales a las que ha seguido acudiendo en funciones. A medida que se iban conociendo los avances parciales de la negociación, se ha mostrado «muy contento» por el consenso para estimular la economía y la defensa. «Necesitamos exactamente lo que estamos haciendo en este momento. Eso me gusta», sentenciaba. Scholz, que hubiese sido seguramente un buen presidente, pasa así a la historia en el grupo de los cancilleres «breves», junto a Ludwig Erhard y Kurt Georg Kiesinger. Mañana (martes), en el pleno del Bundestag, votará a favor de la investidura de Merz, su gran contrincante electoral, en un gesto último de resignación.Una ley no escrita de la política alemana concede al canciller saliente, en la rendición de honores que recibe de la Bundeswehr al abandonar la Cancillería, elegir tres piezas musicales que cumplidamente ejecuta la banda militar en la denominada ceremonia del Zapfenstreich. Scholz ha pedido «Imagine» de John Lennon y «Wind of Change» de Scorpions, además de la más significativa, «Respect», originalmente escrita por Otis Redding y popularizada por Aretha Franklin, que con enorme elegancia repetía el estribillo: «Todo lo que pido es un poco de respeto».

Fuente: abc.es

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