marzo 18, 2025
Testigo del tiempo: termina hegemonía EE.UU

Los presidentes Donald Trump, de Estados Unidos, y Vladimir Putin, de Rusia, sostuvieron su primera conversación telefónica la semana pasada, donde abordaron un tema clave de prioridad mundial: la energía. En la reunión, discutieron cinco asuntos vinculados a este sector.

Entre los temas tratados destacaron: Ucrania, por su riqueza en minerales y recursos energéticos; Medio Oriente, donde la energía es el eje central de la geopolítica; la energía como un factor estratégico global; la inteligencia artificial, cuyo desarrollo exige un alto consumo energético; y el dólar, considerada la principal fuente de poder económico de Estados Unidos a nivel internacional.

Tras esta conversación, Trump autorizó nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo y gas natural en Texas y Alaska, fortaleciendo así la producción energética estadounidense.

Por otro lado, cuando el expresidente Joe Biden excluyó a Rusia de los sistemas financieros occidentales, se dio inicio al proceso de “desdolarización” de la economía mundial, un camino sin retorno. Actualmente, la mitad del mundo ya no utiliza el dólar como referencia principal.

Hoy, la moneda estadounidense ha perdido el 50% de su poder global en comparación con el 2020, cuando Biden ganó la presidencia, dejando a Trump ante un panorama complejo.

En respuesta a las sanciones impuestas por Biden, Putin lideró un movimiento mundial de “desdolarización” a través de los BRICS, una coalición de economías emergentes conformada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Este bloque se consolidó como una alternativa al dominio económico de Occidente y ha sumado recientemente a seis nuevos países, elevando a 11 el número de naciones integrantes.

Los BRICS representan actualmente el 55% de la población mundial, controlan el 47% de la producción global de petróleo y abarca el 46% del Producto Interno Bruto (PIB), superando así al Grupo de los Siete (G7), compuesto por las principales economías desarrolladas.

Washington enfrenta relaciones tensas con tres de los cinco miembros originales del BRICS: China, Rusia y Sudáfrica. Este último decidió suspender relaciones comerciales con Estados Unidos en respuesta a la imposición de nuevos aranceles.

Aunque Trump busca sancionar a los países que abandonan el dólar, esta estrategia resulta ineficaz. Con Europa en crisis, Washington se verá obligado a negociar con los BRICS sin imponer condiciones. La hegemonía de Estados Unidos ha llegado a su fin.

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Fuente: santiagodigital.net

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